Navalcarnero, una experiencia única a todo aquel que la visite

Navalcarnero, una experiencia única a todo aquel que la visite

Navalcarnero es una villa de Madrid que “ofrece una experiencia única a todo aquel que la visite y que sorprende por su singularidad”, asegura Leticia Correas, concejala de Turismo de este municipio madrileño de alrededor de 28.000 habitantes.

Tanto el Consistorio de Navalcarnero como la Comunidad de Madrid llevan años realizado un gran esfuerzo por la recuperación y protección del rico patrimonio histórico-artístico de la localidad. Un esfuerzo que ha permitido rehabilitar el caso histórico de esta villa y resaltar así los signos de identidad de esta Villa.

Un buen lugar para comenzar la visita a esta villa es la Plaza de Segovia, auténtico centro de la vida social y de la actividad cultural De la Villa,  y “un marco incomparable que va a situar al visitante y desde el que comenzar a familiarizarse con la identidad de Navalcarnero”, destaca Correas.

Uno de los edificios más representativos de esta plaza y de todo Navalcarnero es la antigua Casa Consistorial. Una construcción de planta irregular, espaciosa y abierta con estructuras porticadas en tres de sus cuatro lados.

Declarada Monumento Histórico Artístico, la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción es parada obligada en el recorrido por Navalcarnero

En la bulliciosa y comercial plazuela del mercado, se levanta la Casa de la Lonja. Se trata de una antigua casa solariega que aún conserva una portada original decorada con un escudo hidalgo y balcones con herrajes del siglo XIX. También es relevante su patio interior, con un marcado estilo austero toledano. Entre los siglos XVIII y XIX la casa fue residencia de la familia Fernández de Velasco, a cuyo linaje probablemente pertenece el escudo, con yelmo de hidalgo y corona, que preside la fachada. La planta baja de la casa aloja desde el siglo XIX un comercio que aun hoy es un referente en el municipio.

Las calles de Navalcarnero están repletas de agradables sorpresas y recorrerlas es toda una experiencia. Para los amantes de los retos, la llamada “ruta de los trampantojos” ofrece uno que destaca por su originalidad. Se trata de ir descubriendo los enormes murales estampados en edificios distribuidos por toda la ciudad, y en los que se representan  personajes típicos, pasajes de la historia u oficios tradicionales de la localidad. Los trampantojos son obra del artista Alberto Pirrongelli, vecino de Navalcarnero y autor de muchos de los grandes carteles de películas que durante años anunciaron los estrenos del momento en las fachadas de los cines de Madrid. Los diez trampantojos de Navalcarnero conservan esa estética impactante y son un desafío para el visitante, que tiene que afanarse en encontrarlos todos, con la dificultad añadida de que están perfectamente mimetizado con las fechadas reales de los edificios que los alojan.

La naturaleza también está muy presente en esta Villa, y encuentra un rincón de privilegio en el Parque Histórico de San Sebastián. Un espacio en el que, como en el resto de la ciudad, confluyen pasado y presente, y sirve al mismo tiempo como lugar de esparcimiento y eco de otras épocas.