Madrid, como todas las grandes ciudades, es un lugar híbrido, donde se mezclan los contrarios. En nuestra ciudad convive lo castizo con lo hipster de forma armónica, en los mismos barrios y, a veces, en las mismas calles. La zona de Conde Duque, por ejemplo, es territorio invadido por el hipsterismo; aunque, algunos locales sobreviven a la invasión como bastiones del casticismo en un mar de barbas hirsutas, tirantes y gafas de pasta.
Uno de esos reductos de lo añejo es el bar El Cangrejero, famoso por sus latas de conservas y sus cervezas, un modelo que ha sido imitado y modernizado por otros colmados de reciente apertura en nuestra ciudad.
El Crangejero siempre se ha caracterizado por ser un bar de barra donde los camareros brillan por su habilidad al tirar las cañas. Así viene siendo desde los años 60 del siglo pasado, cuando los propietarios optaron por cambiar de negocio reformando la marisquería allí existente en la cervecería actual. Así y todo, en su panel frontal seguimos leyendo el letrero que dice “Conservas, mariscos”.
Hasta 1965 el local era una marisquería donde se vendían cangrejos vivos. Después de adquirir su cucurucho, muchos clientes se acercaban a la antigua fábrica de Mahou, situada en la misma calle, para beber una cerveza.
En este bar podemos acompañar la caña de cerveza o el vermú con unas raciones de cortezas, de gambas, de berberechos, de mejillones, de aceitunas, etc. La decoración no deja nada que desear con respecto a lo que se puede esperar de una cervecería de estas características: jarras de cerveza y latas de conservas adornan las paredes.
El bar cervecería El Cangrejero se encuentra en la calle Amaniel, número 25. La estación de metro más cercana es la de Noviciado, línea 2. El local abre de 12 a 16 horas y de 19 a 24 horas y cierra los miércoles.