UCM revela que los alquileres turísticos en Madrid cambian la estructura comercial del barrio

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Una investigación de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y la Escuela de Altos de Estudios Avanzados IMT Lucca (Italia) demuestra el “doble efecto” que ejercen los alquileres turísticos en la economía urbana de Madrid, favoreciendo la creación de negocios orientados al turismo y desplazando los destinados a residentes.

El trabajo, publicado en Cambridge Journal of Regions, Economy and Society, concluye que los alquileres turísticos “modifican la estructura comercial de su alrededor” para “satisfacer principalmente las necesidades de los turistas”.

Un reflejo de ello es que cada vez es más habitual ver cómo se sustituyen, por ejemplo, carnicerías o droguerías por tiendas de recuerdos o restaurantes.

El efecto neto en términos de apertura de negocios, según los investigadores, es “positivo, pero con un cambio de estructura comercial”, resume la UCM en una nota, en la que detalla que el estudio toma como base datos del censo de locales y actividades del Ayuntamiento de Madrid, además de información de los alquileres turísticos de la plataforma Airbnb.

Mediante técnicas estadísticas y econométricas, los investigadores han analizado si el aumento del número de alquileres turísticos alrededor de cada local “había contribuido a que dicho local permaneciese abierto, cerrase o cambiase el tipo de actividad”.

A pesar de que la proliferación de alquileres gestionados a través de Airbnb ha sido mayor en el centro de la ciudad, sus efectos son superiores en las zonas “fuera del centro pero que lo circundan”, y donde los hoteles tenían una menor presencia.

En ellas Airbnb se ha extendido, una vez las posibilidades de crecimiento en el centro se veían restringidas, lo que ha provocado en estos barrios limítrofes del centro un aumento de establecimientos “orientados a turistas”.

Según los autores, las consecuencias de dicho cambio “pueden comprometer estrategias urbanas” como “la ciudad de los 15 minutos”, al contribuir a la desaparición de aquellos servicios de cercanía requeridos por los residentes, y de esta forma “suponer un factor adicional para la expulsión de población local del centro de las ciudades”.

Sin embargo, los resultados también ponen de manifiesto que la aparición de nuevos establecimientos turísticos alejados del centro de la ciudad puede contribuir a “descongestionar” el centro de los flujos turísticos, a la vez que “redistribuir el gasto turístico a lo largo de la ciudad”.