Madrid crecerá por el consumo y el turismo

Madrid, destino único en Fitur

BBVA Research estima que la utilización de parte del ahorro acumulado durante la pandemia permitirá un fuerte avance del consumo y la progresiva recuperación de la economía madrileña. Asimismo, el turismo urbano y de negocios también se verán favorecidos.

De cumplirse estas previsiones, la economía madrileña podría crecer un 4,3% en 2022 y un 2,6% en 2023. Si esto se diera, en el próximo año el PIB de la Comunidad de Madrid podría recuperar el nivel de precrisis, por encima de la recuperación del conjunto de España.

Madrid crearía unos 126.000 nuevos empleos entre 2021 y 2023, lo que permitiría reducir la tasa de paro hasta el 10,3%. Este nuevo nivel de paro sería el más bajo desde 2008. Es necesario contemplar las consecuencias de las sanciones a Rusia sobre la economía por la invasión de Ucrania, o el aumento del coste de la energía y la subida de tipos de interés que tendrán un efecto negativo sobre la actividad. El impacto será mayor o menor dependiendo de las medidas que se tomen y del tiempo que se prolongue el conflicto.

En encarecimiento de los precios energéticos y de las materias primas está acelerando la inflación. La inflación general de Madrid se situó en el 9,5% en junio (siendo 10,2% en España) y la subyacente, en el 5,2% (5,5% en España). La aceleración que se dio en 2021 se explica con el impacto negativo del fuerte incremento del precio del gas y la electricidad.

Ahora a esta problemática hay que sumarle los efectos que está causando el conflicto en Ucrania, que vuelve a aumentar los precios energéticos, pero impactan también en otros productos relevantes en la región como los fertilizantes. Entre 2014 y 2021, una quinta parte del carbón y un 8% del petróleo y derivados que importó España provino de Rusia. Y Ucrania fue el origen del 20% de los cereales y el 10% de las grasas y aceites

La industria será la más perjudicada. El impacto dependerá del nivel de competencia y de la estructura de mercado. La especialización sectorial madrileña, con un peso limitado de la industria, sitúa a la región muy por debajo de la media en cuanto a la intensidad en el uso de la energía. Con todo, en servicios y construcción se espera que el ahorro acumulado durante la crisis y la reducción del riesgo sanitario impulsen la demanda.