El Ayuntamiento de Madrid ha ejecutado las obras para la renaturalización y mejora de la accesibilidad de una importante zona verde del distrito de Barajas ubicada en el ámbito del Castillo de la Alameda. Este proyecto responde a la necesidad de revitalizar un espacio parcialmente urbanizado que presentaba una vegetación escasa y una red de caminos deteriorados en su mitad norte, según se ha informado en una nota de prensa.
La recuperación de este entorno, integrado en el Patrimonio Municipal del Suelo (PMS), ha contado con una inversión de 1,6 millones de euros. Además, durante la realización de los trabajos se han hallado importantes restos arqueológicos que muestran la existencia de poblaciones en la zona y que abarcan desde los años 2.800 a.C. hasta la época visigoda en los siglos VI y VII d.C.
El delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, acompañado por el concejal presidente de Barajas, Juan Peña, visitaron el entorno del castillo tras las obras realizadas.
Con el objeto de aumentar la biodiversidad y mejorar la calidad del aire, se han plantado 355 nuevos árboles y 18.252 arbustos, así como 6.373 m2 de pradera. Esta plantación no solo embellecerá el distrito, sino que también contribuirá a la creación de un entorno más saludable, ofreciendo sombra, reduciendo el efecto de isla de calor y proporcionando hábitats para la fauna local.
Para garantizar el mantenimiento adecuado de la nueva vegetación, se ha instalado una red de riego automática. Este sistema permitirá una gestión eficiente del agua, asegurando que las plantas reciban la cantidad necesaria para desarrollarse, especialmente durante los meses más secos del año.
Se ha implementado una red de alumbrado en los nuevos paseos para mejorar la seguridad durante las horas nocturnas. Además, se ha mejorado el sistema de drenaje de aguas pluviales para prevenir escorrentías y mantener la calidad de los caminos. Para abordar los desniveles existentes en el terreno se han instalado muros de gaviones, formados por una estructura de piedras y mallas de acero galvanizado o inoxidable, cuya combinación, además de resultar visualmente estética, cumple con el cometido de contención de las tierras.
Además, se ha colocado nuevo mobiliario urbano, tanto bancos como papeleras. Estos elementos están diseñados para fomentar un mayor y mejor uso del espacio público, proporcionando a los vecinos lugares de encuentro donde descansar, socializar y disfrutar del entorno natural.