El Ministerio del Interior ha advertido sobre el riesgo que suponen las ciberestafas de los códigos QR y de las técnicas carding y skimming. La advertencia se ha llevado a cabo mediante la creación de dos nuevos vídeos en el marco de concienciación en redes sociales para advertir sobre los riesgos que implica la ciberdelincuencia. Los canales de comunicación son Instagram, TikTok y Twitter.
De tal manera que, a partir de hoy, miércoles 26 de abril, en los perfiles del Ministerio del Interior de esas redes sociales se difundirán vídeos cortos con el fin de promover y concienciar sobre las estafas de la red más comunes: las estafas mediante códigos QR y las técnicas de skimming y carding.
El incremento de la ciberdelincuencia en la red propició que, el pasado 8 de febrero, el ministro del Interior presentara la campaña donde la iniciativa se enmarca, dado que esta problemática se ha traducido en que, uno de cada cinco delitos cometidos en España, está relacionado con la cibercriminalidad. Entre otras medidas, la estrategia incorpora la presencia de expertos de Policía Nacional y Guardia Civil en programas de TV y radio, además de una campaña de publicidad en TV y prensa.
Los vídeos son presentados por una guardia civil y una policía, el foco de los mismos es los fraudes y estafas más comunes de la red, ofreciendo directrices para saber identificarlos y consejos para evitar ser víctima de estos delitos. Además de las redes mencionadas, dichos vídeos también podrán ser vistos en el canal de YouTube del Ministerio del Interior.
En el día de hoy, sale el primer vídeo y trata el fraude de los QR, una herramienta totalmente integrada en la sociedad y cuyo uso está generalizado en los comercios. De tal manera que, esta estafa se aprovecha de ello, y localiza QR falsos que redirigen a una pasarela de pago falsa.
Asimismo, el segundo vídeo trata las técnicas de carding y skimming. La primera de ellas consiste en que se adquieren los datos de la tarjeta bancaria por parte de los ciberdelincuentes y se captan dichos datos con el uso de páginas webs falsas, el envío de enlaces, las notificaciones de supuestas compañías telefónicas, entre otras.
Mientras que el skimming radica en el copiado físico de la tarjeta bancaria a través de la instalación de dispositivos en los propios cajeros con el objetivo de captar la información de la banda magnética y ser clonada.