Hace unos días, los expertos Walter Boltz, miembro de la Agency for the Cooperation of Energy Regulators, y Christopher Jones, del European University Institute, participaron en un foro sobre “La descarbonización del mercado energético europeo”, organizado por la Fundación Naturgy, liderada por Francisco Reynés.
De cara a conseguir los objetivos 2020, Boltz ha manifestado que “el avance conseguido es positivo, aunque ha ocasionado un aumento relevante del precio de la electricidad y unas subvenciones muy grandes a las renovables. Por eso, el reto para el futuro es doble: mayores inversiones y bajos importes”.
Según los expertos, conseguir la descarbonización fijada para 2050, es un gran reto en el que hay que avanzar a pasos agigantados. En los próximos años, hay que decidir qué actuaciones se deben llevar a cabo tanto a nivel de la UE como de cada estado miembro. “Todos los estados miembros de la UE están siguiendo los principios de sostenibilidad, competitividad y seguridad que inspira la política energética de la UE desde 2005”, según ha indicado Jones.
Asimismo, ante las informaciones de varios técnicos, que coinciden en que el mejor mix para alcanzar el reto de la descarbonización, es del de la electricidad y el gas renovable, Jones, ha explicado que “no cabe ninguna duda de que es una combinación de ambas. No se puede hacer sólo con electricidad, ni tampoco únicamente con gas y deberá ser el mercado el que determine en qué proporción cada una de estas fuentes”.
Para hacer realidad la Agenda 2030, Jones, ha afirmado que “es necesario invertir de forma rentable. Es decir, conseguir una rebaja de los costes de las renovables y una aportación equilibrada de éstas al sistema eléctrico, así como una reducción del monto que supone su transporte. Ya tenemos actualmente energías muy asequibles. El próximo reto es integrarlas de manera más barata. Y, por último, impulsar la revolución del hidrógeno”.
Ante la intención de la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia (CNMC) de España, de recortar las retribuciones a la distribución de electricidad y gas, Bolt ha manifestado: “España se equivocó en mantener implicado tanto tiempo al Ministerio competente en la toma de decisiones del sistema, lo cual era contrario a la legislación europea. Ahora se encuentra con las prisas y un ente regulador de grandes dimensiones. Se necesita tiempo para encontrar un consenso entre éste y las entidades reguladas. De nada sirve dedicarse a buscar culpables. Lo que hay que hacer es empezar a trabajar de manera constructiva y encontrar soluciones consensuadas que sean aceptables para todos los actores del mercado”.
Por su parte, Jones ha expuesto: “No es tan fácil porque no solamente hay que mantener las redes de electricidad y gas (también para el hidrógeno) sino que hay que ampliarlas, y hay que hacerlo a precios razonables. Por tanto, resulta crucial que el regulador se tome todo el tiempo que sea necesario para que se articule un sistema aceptado por todos que, al mismo tiempo, tenga vocación de permanencia y sea incentivador para atraer más inversiones”.
Ambos han insistido, en que “es necesario definir un sistema regulatorio que estimule las inversiones necesarias para lograr la descarbonización”. Según su opinión, este escenario mixto, requerirá importantes apuestas económicas de las empresas por “renovables, gas limpio y plantas de captura y almacenamiento de carbono”. “Es importante, ha afirmado Jones, actuar a corto plazo para conseguir que el mercado progrese con rapidez y asegurar que en la segunda mitad de la próxima década exista capacidad para almacenar, a través del hidrógeno, electricidad generada en épocas de picos de producción”.