Para un madrileño o visitante la capital española puede resultar cautivadora en invierno, la temperatura, aunque baja, es benevolente y es raro que nieve. Las actividades tradicionales o modernas de la gente, hacen una época única.
El clima puede permitir tomar algún trago en una terraza con sensación de calor en determinados momentos.
Pero hay actividades que no se pueden dejar pasar en Madrid durante el invierno. Estas son algunas.
Visitar un buen café, que esté molón, es lo primero. Esto sobre todo si el termómetro ha bajado mucho. En cada barrio hay bares o cafés populares e ideales para pasar un buen rato.
La cultura y el arte van de la mano con Madrid, por lo que entrar a algún museo y ver su muestra es una idea genial para quienes gusten de una pausa artística. La ciudad posee el Museo Thyssen-Bornemisza, el Prado o el Reina Sofía, que siempre tienen buenas exhibiciones.
Y si el frío hace de las suyas, comer castañas asadas para calentarse en la mejor opción. Son vendidas por castañeros en esquinas del centro. Es una actividad sencilla, pero reconfortante, como ver un atardecer. Hay que aprovechar el centro para dejarse deslumbrar por las luces de Navidad, que este año son más sofisticadas y agradables, con la ayuda de la tecnología.
Si el plan es para tarde, lo bueno es comer en un restaurante, mejor si sirve comida internacional, y luego irse de cañas. Sitios para esto abundan en Madrid.
Ahora, si lo que se quiere es algo más planificado, con tiempo se pueden adquirir entradas para alguno de los conciertos que en la época no cesan en Madrid. Siempre habrá uno que guste.
Los centros comerciales y sitios de interés también tienen actividades que pueden atraer a más de uno, como Matadero o los mercados navideños. Solo que saber qué se quiere hacer.