La bailarina y coreógrafa Sol Picó, que celebra treinta años de trayectoria, fue la encargada de despedir la 40ª edición de Veranos de la Villa con un espectáculo de calle de gran formato al que acudieron alrededor de 2.500 personas.
Carrer 024 tuvo lugar en la Plaza de Matadero Madrid, con acceso gratuito y gran respuesta del público, que agotó las entradas. Se trata del más reciente espectáculo de la artista, un montaje fresco y actual que recupera una característica fundamental del lenguaje de Picó: la danza en grandes estructuras con música en directo, donde el público se sitúa libremente entre la escenografía. En el espectáculo, los bailarines reflexionan sobre la soledad que afecta a la sociedad, poniendo en valor la memoria y la experiencia frente a la sensación de aislamiento y vacío.
Con este espectáculo, Veranos de la Villa, festival organizado por el Área de Cultura, Turismo y Deporte, llegó a su fin tras un verano lleno de propuestas de música, cine, danza y aproximaciones a la cultura de Japón, país invitado de esta edición. Y es que, a lo largo de 48 días y en 17 espacios, se han dado cita 270 actividades de música, danza, teatro, circo, cine y arte, con artistas nacionales e internacionales, durante los meses de julio y agosto. Arrancando con un homenaje sinfónico a Nino Bravo.