El Cangrejero es uno de los bares con más tradición del barrio de Conde Duque. Sus señas de identidad son ya conocidas por los vecinos del distrito y por visitantes procedentes de más allá de sus fronteras. Nos referimos a la cerveza de grifo y las latas de conservas. Destaca también el arte con el que los camareros tiran las cervezas desde el otro lado de una barra inconfundiblemente castiza.
Este bar castizo está regentado por Ángel Peinado, que de vez en cuando se deja caer por el local para servir a los clientes y saludar a los viejos feligreses. En los años 60 Peinado optó por remodelar el establecimiento y, en el lugar de la antigua marisquería, instaló la cervecería que ahora conocemos. Desde los confusos años 60 del siglo XX, el bar conserva su identidad, poco ha cambiado en este microcosmos desde entonces, todo sea dicho.
El Crangrejero fue realmente fundado por Máximo Peinado en 1932. Se trataba de una cangrejería en la que se vendían cangrejos vivos, con la particularidad de, en aquella época, se trataba del único marisco que llegaba vivito y coleando a Madrid desde el mar. Junto a la marisquería se encontraba la antigua fábrica de Mahou, situada en la calle Amaniel, 31. De esta manera, no era difícil acompañar los cangrejos cocidos con una caña de cerveza recién fermentada.
En El Cangrejero abundan las tapas de aceitunas, patatas fritas, frutos secos o cosas por el estilo junto con la cerveza de turno. Si buscas un bar típico en un barrio típico de Madrid, este local está a la altura de tus expectativas.
Solo queda por decir, así pues, que El Cangrejero se localiza en la calle Amaniel, número 25. Abre de lunes a domingos de 12 a 16 horas por la mañana y de 19 a 24 horas por las tardes. La estación de metro más cercana no es otra que la de Noviciado, correspondiente a la línea 2.