Llega la primavera y con ella la floración de almendros, cerezos y especies en general. Y uno de los enclaves más singulares donde poder disfrutar de esta floración es la Quinta de los Molinos, un lugar diseñado por el arquitecto alicantino y concejal del Ayuntamiento de Madrid en los años treinta del siglo pasado, César Cort Botí.
Por sus caminos podemos encontrar 1.895 almendros, en su mayoría de las variedades marcona y desmayo largueta. Además, el parque cuenta con un bosque mediterráneo con pinos, encinas y arbustos autóctonos, que crean un ambiente fresco y sombreado al que se unen otras especies como olivos, viñas, higueras, avellanos, lilos, mimosas, hibiscos, adelfas, avellanos, pinos, bojes, aligustres, retamas, eucaliptos y romeros, entre otros.
Con este período de floración que se puede disfrutar desde mediados de febrero hasta finales de marzo, si las condiciones meteorológicas lo permiten, este espacio de biodiversidad es un referente en la conservación del almendral urbano, gracias a la renovación progresiva de los ejemplares que no arraigan o de avanzada edad, que tras completar su ciclo vital, han dejado espacios vacíos en el paisaje.
El enclave está situado en la calle de Alcalá 527 y se puede visitar todos los días del año, de 6:30 a 22:00 h.