Con la actualización de la Estrategia de Vigilancia y Control desde el Ejecutivo nacional, la Comunidad de Madrid adaptó sus medidas preventivas frente a la COVID-19.
Las nuevas medidas son más relajadas, pero mantiene como obligatorio el uso de las mascarillas en interiores.
La Comunidad de Madrid ha propuesto la eliminación de su uso en interiores salvo en residencias, hospitales y en el transporte público, pero debe haber una decisión nacional.
Las nuevas medidas quedaron plasmadas en una Orden de la Consejería de Sanidad que entraron en vigencia de inmediato, tras la publicación en el Boletín Oficial regional (BOCM).
La justificación es que ha sido superada la fase aguda de la pandemia por coronavirus, con una estabilización de los indicadores epidemiológicos, la reducción del número de ingresos hospitalarios y la amplia cobertura vacunal en la región.
Así, quedan reducidas al mínimo las limitaciones, sobre todo para las actividades económicas y sociales, que se porán desarrollar conforme a su regulación ordinaria, con medidas higiénicas y de prevención generales.
Los locales comerciales deben cumplir con la limpieza adecuada de las instalaciones, la habilitación dispensadores de gel para clientes y trabajadores, y una correcta ventilación de los espacios.