Garbancera Madrileña reivindica la calidad del garbanzo cultivado en Madrid

garbanzo de madrid

La asociación la Garbancera Madrileña quiere reivindicar la calidad del garbanzo cultivado en Madrid y promocionarlo como delicatessen a través de diferentes acciones como, el uso de estos en los platos de cocino madrileño que se servirán los restaurantes de la Plaza Mayor. Para ello, los hosteleros han comprado 3.000 kilos a CasaMaría.

A día de hoy, la recientemente creada asociación La Garbancera Madrileña está integrada por 14 municipios del oeste de la Comunidad y por 18 agricultores y tiene como objetivo recuperar el cultivo del garbanzo autóctono de la zona para poder también exportarlo.

El origen de La Garbancera Madrileña se sitúa en 2015, cuando se detectó cómo en las últimas décadas se había perdido el cultivo del garbanzo en la Comunidad de Madrid. Aunque, ha sido en febrero de este mismo año cuando se ha formado definitivamente la asociación y ayer cuando se llevó a cabo la presentación oficial de la misma.

La primera producción de esta legumbre se empezó a cultivar en enero, se ha recogido este mismo verano y se ha terminado de envasar prácticamente este mes. Para ello, se ha dispuesto de un terreno de 120 hectáreas en el que se han contabilizado un total de 30.000 kilos de producción real, aunque finalmente se han llegado a recoger 25.000 kilos.

Como han dado a conocer desde la Asociación, en «breve” comenzará la comercialización de este garbanzo de Madrid y se podrá comprar en los supermercados de la cadena Ahorramás, además de en las principales tiendas de cada uno de los municipios que participan en el proyecto. Se han quedado este primer año con 12.000 kilos y lo venderán como producto delicatessen.

De esta producción, otros 3.000 kilos se lo han quedado los restaurantes de la Plaza Mayor que sirven anualmente 10.000 cocidos madrileños al año y es uno de los platos favoritos de los turistas.

Durante los próximos meses la Asociación tiene previsto la creación de un mes al año dedicado al garbanzo en los municipios adheridos, la firma de convenios con asociaciones de hosteleros y otras entidades para su consumo a nivel autonómico y nacional y la creación de un reglamento interno con normas de comercialización, facturación, precios y requisitos legales.