Aunque los dentistas están entrenados para detectar diferentes problemas de salud que se manifiestan con débiles señales en la boca, tienen a su disposición las radiografías dentales, para ver aquello que a simple vista sería difícil de diagnosticar.
“Un caso muy frecuente donde es necesario la realización de radiografías es para conocer la posición de los terceros molares (muelas del juicio) antes de que erupcionen. Se realiza una radiografía de la boca para conocer si afectará o no al resto de dientes una vez salgan”, señalan los dentistas de la clínica dental en Madrid de la Dra. Pilar Garrido.
Además, a través de una radiografía dental es posible observar daños en las encías o los dientes de forma temprana y de forma profunda.
Hay una serie de detalles que un profesional podrá saber de nuestra boca si se le hace una radiografía: Si la posición de los dientes es correcta o errónea; la ubicación exacta de dientes traumatizados; si existen piezas dentales que aún no se han desarrollado completamente; rotura de mandíbula; tumores bucales; abscesos dentales; problemas óseos; caries (en estado inicial, lo que permite atacarla de forma preventiva) y defectos en oclusión dental.
Así, cuando el dentista determine que es necesario ver más allá de lo que permite la vista humana, pedirá un estudio de rayos X de la cavidad bucal. Con el resultado podrá ver la mandíbula, las piezas dentales, la estructura de la dentadura y las encías.
“La radiografía dental también permite acortar el tiempo de diagnóstico y realizar un estudio más certero de lo que el paciente tiene en su boca. Con ella también podrá decidir qué tratamiento es más oportuno”, señala la doctora Pilar Garrido.
Es, por tanto, un banco de valiosa información para el dentista y un alivio para el paciente. Funciona como cualquier otra radiografía en nuestro cuerpo, pero esta vez se dedica por completo a la cavidad bucal y generalmente se realizan con la tecnología de Rayos X.
A pesar de que para realizarse una radiografía el paciente se expone a radiación, los niveles son tan bajos que no representan peligro alguno.
“Entre los tipos de radiografía dental que existen, destaca también como uno de los más comunes la interproximal o de mordida, útil para estudio de la caries en el paciente. En este caso, la persona tendrá que morder un trozo de plástico con radiografía en el centro para detectar si existen caries”, apuntan los profesionales de esta clínica dental en Madrid.
Las radiografías periapicales ofrecen, por su lado, la imagen del diente completo, por lo que son efectivas para el estudio de piezas dentales en concreto. También están las palatales u oclusivas y las panorámicas, que permiten al dentista ver la boca al completo, incluidos dientes superiores, inferiores y mandíbulas, en una sola imagen.