Los contenedores verdes de vidrio tendrán “nuevos usos sostenibles” al finalizar su vida útil gracias al acuerdo de colaboración firmado entre la Universidad CEU San Pablo y Ecovidrio. Según han comunicado las dos entidades promotoras, estos contenedores se convertirán en refugios, en parques de juegos para la educación infantil y en gallineros móviles, entre otras cosas.
De las más de 50 ideas presentadas por los alumnos de proyecto fin de carrera y quinto curso de Arquitectura de la entidad universitaria, se han escogido los tres proyectos de «más utilidad para la sociedad», relacionados con la ayuda humanitaria, la infancia y la agroganadería, según han informado las organizaciones impulsoras.
En el proyecto de conversión a refugios tiene el objetivo de servir como «solución temporal» ante situaciones de ayuda humanitaria, según ha señalado la entidad académica, al tiempo que ha añadido que también se podrían destinar a refugios de montaña en caso de «emergencia por condiciones meteorológicas desfavorables». Las instalaciones dispondrían del equipamiento necesario para la localización y supervivencia, tal y como han explicado.
En cuanto al proyecto lúdico, la idea consiste en juntar varios contenedores y crear un parque de túneles donde los niños puedan jugar y aprender; el objetivo es «contribuir al desarrollo físico y emocional de los más pequeños», según ha informado la universidad.
El último, relacionado con la agroganadería, consiste en transformar los contenedores de vidrio en refugios móviles para aves, sobre todo gallinas, de forma que puedan «trasladarse fácilmente» en jardines, fincas suburbanas o suelos rústicos dedicados a la obtención de abono ecológico, ganadería y alimentación de baja escala, según ha explicado la entidad, que ha añadido que, además, este proyecto, constaría de dos partes diferenciadas e independientes entre sí: el corral de picoteo y la caseta o cobertizo.
Todos estos proyectos serán coordinados por Aurora Herrera, profesora de Arquitectura y Diseño de la Universidad. Asimismo y para poder llevar a cabo el desarrollo del proyecto, los alumnos han trabajado en el Laboratorio de Fabricación Digital (FABlab Madrid CEU), perteneciente a la red mundial de laboratorios del Center for Bits and Atoms del Massachusetts Institute of Technology.