En un esfuerzo por garantizar la seguridad de los pasajeros, Renfe, la principal compañía de trenes de España, prohibe el acceso de patinetes eléctricos a todos sus trenes. Esta medida, que entró en vigor el 12 de diciembre, se aplica a todos los servicios de Renfe, incluyendo Cercanías, Regionales, Alta Velocidad y Larga Distancia.
La decisión se tomó debido a los riesgos asociados con las baterías de los patinetes eléctricos, que han causado incendios en algunos transportes públicos. Estos incidentes pueden ser causados por una serie de factores, como la manipulación de la batería, los daños por golpes, el paso del tiempo o el uso de cargadores diferentes.
Además de los patinetes eléctricos, la prohibición también se aplica a los monociclos y a cualquier otro dispositivo de movilidad personal eléctrico o equipado con baterías. Sin embargo, se excluyen de esta normativa los vehículos para personas con movilidad reducida y las bicicletas eléctricas.
Esta medida de Renfe sigue a las adoptadas en otras ciudades de España y de Europa, donde se han implementado prohibiciones similares. Por ejemplo, Sevilla fue la primera ciudad en España en prohibir que los viajeros entraran al Metro con sus patinetes eléctricos durante las horas pico en días laborables.
Desde el pasado 4 de noviembre está prohibido el acceso de patinetes eléctricos a las instalaciones y vehículos del transporte público de la Comunidad de Madrid, cuya gestión sea competencia del Consorcio Regional de Transportes (por ejemplo, en el metro o los autobuses).