Cuando nos planteamos someternos a un tratamiento de implante capilar, suelen surgirnos infinidad de dudas: ¿dónde me hago el tratamiento?, ¿será seguro? ¿hay relación entre el implante capilar y el cáncer?
Hoy en día, el cáncer es una de las enfermedades más graves y temidas, sobre todo por la elevada tasa de mortalidad tanto en países de tercer mundo como en países muy desarrollados. Además, los posibles problemas adversos que genera al enfermo pueden afectar en su vida diaria así como en su autoestima.
Todavía, no se ha logrado dar con una cura que consiga erradicarlo, pero la ciencia sigue avanzando en tratamientos para lidiar esta grave y dolorosa enfermedad. El paciente se enfrenta a una fuerte lucha sin saber si el resultado va a ser el deseado. Con el avance en la investigación e innovación, se han conseguido tratamientos para combatir este fuerte y mortal padecimiento pero los niveles de mortalidad siguen siendo muy altos. Principalmente, el cáncer de páncreas y de pulmón son los más difíciles de diagnosticar. Siempre se manifiestan en estadios muy avanzados.
De los tratamientos que mejores resultados, han dado y que más se utilizan para ganar la batalla son la quimioterapia y radioterapia. Estas terapias juntas mejoran la superviviencia en casi todos los pacientes. Son medicamentos que se utilizan para combatir las células cancerosas.
La quimioterapia actúa sobre las células activas. Las células activas son células que están en crecimiento y se dividen en más células del mismo tipo. Las células cancerosas son activas, pero también lo son algunas células sanas. Esto incluye células de la sangre, la boca, el sistema digestivo y los folículos pilosos. Los efectos secundarios se producen cuando la quimioterapia daña estas células sanas.
Según el tipo de cáncer, el tratamiento es muy suave y a penas el paciente nota cambios muy severos. Pero si el tratamiento es muy seguido, la quimioterapia puede originar náuseas, vomitos, falta de apetitio, baja en las plaquesta y caída del pelo.
Para un paciente lo que más le impacta es perder el cabello. Aunque no es un efecto muy importante, el quedarse calvado puede crear baja autoestima agravado con sentirse gravemente enfermo. Normalmente, tras finalizar la quimioterapia el paciente recupera el cabello, pero en casos que dicho tratamiento es muy largo se puede realizar un injerto capilar siempre que el paciente haya recuperado fuerza y esté sano.
Por eso hay profesionales, que han creado tratamientos de injerto capilar para personas con alopecia muy graves, incluso cuando siguen recibiendo quimioterapia. Se trata de un método novedoso e innovador que consiste en hacer un molde con la misma forma del cráneo, del paciente, y tomando una muestra genética de su cabello para que el resultado sea muy natural.
El tratamiento capilar hay que hacerlo de la mano de grandes profesionales, ya que le cirujano le podrá aconsejar en función de sus características individuales, siempre y cuando nuestra salud nos lo permita.