Impactantes escenas y música en vivo son los dos platos más fuertes de la puesta en escena de la Carmina Burana de la compañía de teatro La Fura dels Baus.
Sobre el escenario hay un cilindro de ocho metros de diámetro que envuelve literalmente a los músicos, mientras que las imágenes proyectadas sobre el mismo ilustran la obra de principio a fin.
Con la poderosa música de Carl Orff enmarcada en el universo de La Fura, se pueden ver una luna gigante, el deshielo, un éxtasis floral, una vendimia en directo, las tabernas, cantantes colgados de grúas y sumergidos en vino, agua y fuego.
El espectáculo de 75 minutos en el teatro Calderón realiza sus últimas funciones esta semana, hasta el domingo 30. Las otras fechas son: jueves 27, viernes 28 y sábado 29. Todas a las 20:30h.
La dirección está a cargo de La Fura y Josep Vicent, los músicos son de la World Orchestra Soloists y las voces del Coro de la Universidad Autónoma de Madrid.
Carmina Burana es original de unos cantos goliardos que datan de los siglos XII y XIII. Una colección reunida en el manuscrito encontrado en Benediktbeuern (Alemania) en el siglo XIX. Están escritos principalmente en latín medieval, algunos pocos en alto alemán medio y otros con rastros de francés antiguo, y algunos de ellos son textos macarrónicos, es decir, son una mezcla de latín y de alemán o de francés vernáculo.
La colección preserva la obra de varios poetas, entre ellos Pedro de Blois, Gautier de Châtillon y un poeta anónimo a quien se le denomina el archipoeta.