Cinco obras de El Greco muestran su originalidad al final de su carrera

el greco en illescas

‘El Greco en Illescas’ es una muestra de cinco obras del artista que presentó el Museo del Prado, y que representan la originalidad que privó en el pintor en el final de su carrera pictórica.

Son obras que se conservan en el Santuario de Nuestra Señora de la Caridad de Illescas, en Toledo.

La jefa de Pintura Española del Renacimiento del Museo del Prado, Leticia Ruiz, explicó que la pequeña colección «nos muestran a un pintor especialmente original».

La producción final de El Greco, a la que pertenecen estos conjuntos, está caracterizada por el completo desinterés por las convenciones espaciales, el uso de modelos alargados y llameantes, creados con pinceladas cada vez más deshechas y vibrantes; un cromatismo reducido; y una iluminación relampagueante.

El Prado hizo realidad esta muestra con el apoyo de la Fundación Hospital Nuestra Señora de la Caridad- Memoria Benéfica de Vega (Funcave), el patrocinio de la Fundación Amigos del Museo del Prado, y la colaboración de la Comunidad de Madrid.

Están expuestas en la sala 9 B, hasta el próximo 28 de febrero: el conjunto de pinturas realizadas por el Greco para este templo, entre 1600 y 1605, junto a las telas del retablo mayor del Colegio de Doña María de Aragón (1597/1600), conservadas en el museo.

Ruiz recalcó que con esta última etapa de su creatividad, El Greco va a encontrar el mayor desconcierto por parte de sus contemporáneos y, durante un siglo y medio, el rechazo, incluso el insulto. «Estas obras nos muestran toda la capacidad del pintor para adelantarse a su época», ha asegurado.