‘Casa de muñecas’ es una obra tildada de feminista en todas sus formas, por lo que, desde su aparición fue duramente criticada, pero los productores de esta nueva versión aseguran que no es más que la visión de su creador Henrik Ibsen, sobre la alienación social del individuo.
“En esta obra, todos, hombres y mujeres, somos muñecas a merced de la sociedad”, recuerdan.
Se trata de uno de los textos teatrales que ha propiciado el mayor número de estudios críticos y cuyo personaje central, Nora Helmer, se ha convertido en un icono absoluto del teatro.
La obra fue escrita originalmente en 1879 y estrenada en 1880, pero ‘Casa de muñecas’ constituye un reclamo por la libertad femenina, aunque el clamor por ésta, es sólo una excusa para reclamar la libertad de todo individuo a tomar su vida en manos propias.
“Las tópicas y recurrentes etiquetas de obra feminista, reducen toda la profundidad que encierra la obra, ya que fundamentalmente”, llegó a reflexionar Ibsen. Por tanto, cabría denominar muñecas tanto a Nora como a su marido Torvald, ya que él, asumiendo su papel patriarcal, también es víctima de una sociedad dictatorial con los roles.
El autor habla de la necesidad de tomar conciencia y de actuar. Nora lo hace en uno de los finales más hermosos jamás escritos en una pieza teatral. La corrupción, la alienación económica, la descomposición de las estructuras de organización tradicional como la familia, lo absurdo de la justicia y las diferencias de clase, dan consistencia y rigor a la obra del escritor noruego.
La versión madrileña llega con un reparto conformado por Belén Orihuela, Chema Moro, Nerea Rojo, Alberto Romo, Jorge Peña Miranda.
Estará disponible del 6 de julio al 27 de julio de 2019 en el Karpas Teatro.