La autovía A-2 contará con un carril Bus-VAO de entrada y salida de Madrid, con el objetivo de mejorar la red viaria y el espacio público reducir la intensidad del tráfico privado y promover el transporte público y modos activos de movilidad.
La solución propuesta, tanto de entrada como de salida, consiste en reservar para autobuses y para VAO el carril izquierdo de la calzada de la autovía A-2, estableciendo un número reducido de puntos de embarque con el objetivo de que los vehículos que ingresen en el carril, se mantengan dentro de él hasta llegar al final del recorrido.
La adaptación de los carriles izquierdos como carriles BUS-VAO se apoyará principalmente en actuaciones en materia de señalización horizontal y vertical, en la identificación del carril reservado mediante la colocación de balizas luminosas, y en Sistemas Inteligentes de Transporte (ITS). Los ITS permitirán la gestión y explotación del tráfico en el carril izquierdo de una manera flexible, de forma inmediata y basada en datos reales.
Esto aportará flexibilidad e inmediatez en la apertura y cierre del carril, así como determinar el tipo de vehículos, la ocupación de VAO y el límite de velocidad variable. También posibilita poner mayor capacidad viaria a disposición de los modos más eficientes de transporte al optimizar la infraestructura existente.
La obra para construir este carril se conformará de tres fases, que arrancará con los trabajos en el carril de entrada, desde el nudo de la M-300, en el punto kilométrico 23,500 (Torrejón de Ardoz) hasta pasado el enlace de la A-2 con la M-30 en el punto kilométrico 4,200. El carril de salida iría desde el punto kilométrico 6,100 hasta el 14,900, a la altura del barrio de Las Rejas, en San Blas-Canillejas.