Lleida es sin duda una de las capitales catalanas más desconocidas para el turismo. Además de ser referencia en materia de asistencia hospitalaria y centros educativos, es una ciudad volcada al turismo, con una variada oferta cultural y de ocio y un gran número de alojamientos y hoteles baratos. Lleida puede presumir también de poseer grandes espacios naturales de gran valor ecológico en pleno centro histórico, o de contar con varias denominaciones de origen, como la del aceite de oliva, el queso y la pera.
Aunque conocer la provincia entera requiere de varios días, incluso semanas, la capital es un destino perfecto para una escapada de fin de semana, como os contamos a continuación en esta breve guía.
El casco histórico y centro de Lleida
La antigua catedral o Seu Vella, situada en la colina que preside la ciudad, es el símbolo indiscutible de la ciudad. Edificada entre los siglos XIII al XV está dedicada a Santa María. Aunque su origen y estructura es románica, posee un gran número de elementos de estilo gótico como el claustro, de los más bonitos de esta corriente. Durante la época estival abre sus puertas todos los días, excepto los lunes, de 10:00 a 19:30 y domingos y festivos de 10:00 a 15:00. El precio de la entrada son 6€ y los niños entran gratis.
En la misma colina se ubica el Castillo del Rey o la Suda, una edificación de origen musulmán reconstruida por reyes cristianos y testigo de alguno de los acontecimientos históricos más importantes de Lleida. Posee una terraza mirador con una de las mejores vistas de la ciudad, accesible para personas discapacitadas gracias al nuevo ascensor situado en la parte norte del cerro. El precio de la entrada son 3€ pero existe una tarifa combinada con la visita a la Seu Vella por 6€.
Descendemos la colina y llegamos al centro histórico de Lleida, con la plaza Sant Joan como punto de encuentro principal y en medio de las 2 calles más transitadas de la capital: la calle de Sant Joan y la calle Mayor, con edificios modernistas caracterizados por sus hermosas fachadas.
Al final de esta última llegamos al Palacio de la Paeria, actual sede del Ayuntamiento de Lleida, cuyo origen se remonta al siglo XII y del que destaca su patio central y el subsuelo del mismo, con restos arqueológicos de la ciudad medieval. La visita es gratuita.
Templarios y naturaleza
La ruta del día siguiente arranca con la visita a otro castillo, en este caso al de Gardeny. Concebido como una importante fortaleza militar, hoy en día es uno de los vestigios de arquitectura Templaria mejor conservados. Está constituido por tres estructuras principales, construidos a mediados del siglo XII en las que incluye el recinto amurallado y la iglesia de Santa María, de estilo románico. Uno de sus principales atractivos a la hora de visitar el castillo es la opción de hacerlo como un auténtico templario.
Volviendo a la ciudad, nos adentramos en plena naturaleza en La Mitjana, una preciosa área ideal para pasear, hacer deporte y observar la fauna y la flora en pleno centro de Lleida. De tipo fluvial y con una superficie aproximada de 90 hectáreas, fue declarada Área de Interés Natural en 1979.
Gastronomía y hoteles en LLeida
Entre visita y visita no puedes dejar de probar algunos de los platos típicos de la gastronomía de Lleida. Entre los favoritos de los turistas, los caracoles a la llauna acompañados de salsa alioli, romesco y salsa picante que podrás probar en la gran mayoría de bares y restaurantes. También los panadones, una exquisita masa de pan rellena de espinacas, pasas y piñones o la escalivada con bacalao. Y de postre, las Cristinas de San Blas, unos bollos similares a los buñuelos rellenos de nata, trufa o crema pastelera.
En cuanto al alojamiento, lo más recomendable es reservar un hotel en el centro de Lleida, que te permita moverte a pie por toda la ciudad en pocos minutos.
