Presentar el Informe de Evaluación de Edificios (IEE) y un proyecto realizado por un arquitecto es imprescindible para aquellos propietarios de viviendas y comunidades de vecinos que quieran acogerse a a las ayudas y subvenciones para la rehabilitación de viviendas del Plan Estatal de Vivienda 2018-2021.
La rehabilitación de edificios es importante de cara a mejorar su habitabilidad, seguridad y/o accesibilidad. Además, esto desemboca en un incremento del valor patrimonial y durabilidad de la vivienda. Para llevar a cabo la rehabilitación, es interesante solicitar estas ayudas estatales ofrecidas en el citado programa ya que pueden llegar a cubrir el 40% de la inversión. No obstante, es imprescindible cumplir ciertos requerimientos para poder acceder a ellas.
Para empezar, los beneficiarios que pueden solicitar estas ayudas y subvenciones son las comunidades de vecinos y propietarios de viviendas unifamiliares y edificios de viviendas, siendo este su domicilio frecuente. Además, se especifica que solo los inmuebles con una antigüedad anterior al año 1996 podrán acceder al programa.
Como hemos explicado, presentar el Informe de Evaluación de Edificios es una de las condiciones para acceder a las ayudas y subvenciones del plan. En éste se certifica (por parte de un técnico competente) el estado de un edificio en cuanto a conservación, accesibilidad y eficiencia energética. Las ayudas a la rehabilitación de edificios tienen como objetivo último precisamente la optimización de la eficiencia energética de la vivienda para contribuir a un menor consumo energético generalizado y, con este fin, podrán aplicarse las obras necesarias tanto en el exterior y fachada como en el interior y zonas comunes, mejorando entre otras cosas, el aislamiento térmico.
Por otro lado, hay ciertas restricciones. Aun cumpliendo las condiciones citadas, como la presentación del Informe de Evaluación de Edificios o la antigüedad del inmueble superior al año 1996, las viviendas unifamiliares podrán recibir una ayuda de hasta 12.000 euros (13.000 si se trata de un edificio declarado como Bien de Interés Cultural) mientras que el máximo para los edificios de viviendas será de 8.000 euros. En ningún caso se podrá superar el 40% del coste que implican las obras.